Ponte Zen
Hoy les voy a platicar de mis problemas
con el estrés porque, no sé ustedes pero, yo siempre sueño con que algún día,
de alguna manera que aún no me puedo explicar,.... no me tenga que preocupar.
Sí, o sea, que todo fluya, que se acaben las guerras, los dictadores y el hígado encebollado.
Pero desafortunadamente eso no es
posible porque nuestro cuerpo está programado para estresarnos todo el tiempo,
todo el día, en todo momento. Nada más terminamos de arreglar un problema, de
disfrutar un momento especial de alegría y felicidad cuando llega el látigo de
la preocupación que no nos deja en paz.
Y esto es parte de nuestro kit de
supervivencia, estar buscando constantemente peligros. Así igual se la viven
todos los animales, por ejemplo al puerco espín se le erizan las espinas cuando
se siente amenazado. El tigre saca las garras. La gaviota… es la que nos
gobierna. Pero la gran diferencia entre nosotros y los animales es que nosotros
tenemos imaginación, acá, en el cerebro frontal, entonces no solamente nos
estresamos por peligros potenciales sino también por peligros imaginarios. Y
ahí estamos inventándonos historias todo el santo día, de que si me vieron feo,
que no me saludaron bien, que mi jefe me vio con ojos de enojado, que mi esposa
me vio con ojos de enojada, que mi jefe y mi esposa complotean contra mí y
ahora me siento como el Peje. Todo el día con estas historias absurdas en la
cabeza que nunca ocurren pero cómo nos mantienen estresados. Luego por eso
acabamos el día sin energía, con ganas de ir a dormir a descansar para entonces
tener pesadillas de que me ven feo, que no me saludan, de que todo es parte de un
complot contra mí.
Lo peor de vivir estresados de tanta tarugada
es que no nos enfocamos en lo realmente importante. Entonces ahí tienen la
explicación de por qué estamos como estamos. En el indicador que quieran
estamos en el hoyo: en productividad, competitividad, conectividad, obesidad,
deportividad…. Piedad! Pero qué falta de responsabilidad!
Para colmo, existen algunos especialistas en el
tema del estrés que promueven remedios para acabarlo de una vez por todas. No
se dejen engañar, ni el dalay, ni los tés, ni los aparatos de masaje con final
feliz, ni Mariano de Stereo Joya ni Laura Bozo funcionan porque el estrés no se
quita!. Es parte de nosotros, es más, si no estamos estresados nos estresamos por
eso. Es como cuchillito de palo, como silbato de tetera, como claxon de señora
copetona, como la grabación de “se compran lavadoras, refrigeradores…..”
Lo único que podemos hacer es controlar el
nivel de estrés, bajarle, jalarle las riendas. Porque lo que sí es cierto es
que el estrés descontrolado es malo para la salud. Si no me creen, miren a
Laura Bozo. El estrés, puede causar hipertensión, irritación, falta de
concentración, pérdida de la memoria, mareos, náuseas, vómito, estreñimiento, privación
del sueño y falta de apetito. Igual que las contraindicaciones del Dalay.
Además con una mente estresada no podemos ser creativos e innovadores, entonces
parece que entramos en un círculo vicioso de angustia, imaginando más
problemas, y la angustia no nos deja encontrar soluciones.
Por tanto, aquí van algunas
recomendaciones para no dejarse llevar por el estrés.
1. Aprende a reconocer el estrés. Esta
es la clave, reconoce cuando te estresas, ¿qué sucede?, ¿empiezas a respirar
aceleradamente?, ¿te desconectas del mundo y te clavas en tu rollo mental?, ¿te
quieres parecer a Laura Bozo para que pase el desgraciado?
2. Respira hondo, relájate. Parece
absurdo. En los momentos de estrés todo mundo se acelera y quieren que todos se
aceleren también. Pero ojo, a menos de que se trate de una situación que atente
contra tu vida, tu seguridad o la de los demás, entonces sí!, pues para eso es
el estrés! Pero si no, si se trata de un tema trivial, si se te traba la
computadora, si crees que todo el mundo complotea contra tí, entonces vale la
pena que te des ese espacio para respirar y relajarte.
3. Hazte para atrás, date el tiempo
para comprender la raíz de ese estrés. Analiza la situación y busca soluciones
creativas desde diversas perspectivas. Es más, visualiza la escena que te causa
el estrés y ve como se va haciendo chiquita chiquita ante tus ojos.
Por último les recomiendo adquirir una
actitud Zen
Amen-zen, ayuden-zen y diviertan-zen